Cinco ideas para decorar un estudio
Personaliza tu espacio sin complicaciones
Si eres, como muchas otras heroínas anónimas del día a día, mujer trabajadora y madre, casi seguro que tu vida es un estrés permanente. Compra, cocina, cole, limpieza… un no parar. Te mereces un respiro. Ahora piensa por un segundo que tuvieras tu propio espacio, un remanso de tranquilidad, un rincón sólo para ti, para hacer tus cosas o no hacer absolutamente nada. ¿Cómo sería? Probablemente un espacio diáfano en el que podrías empezar todo de cero y a tu manera. Seguro que tienes una imagen clara del aspecto de tus dominios, pero por si necesitas alguna idea más aquí van cinco propuestas para decorar un estudio.
Si es tu rinconcito privado es tu sitio para descansar, para desconectar, para escapar del día, para soñar. El 90%de las veces soñar implica viajar con la mente, dejar volar tu imaginación, así que, ¿por qué no ayudar un poco a esta tarea con la decoración? Una imagen de un lugar mítico, de un destino turístico relevante siempre queda bien e imprime un toque cosmopolita a tu estudio. Londres, la Fontana di Trevi, la Torre Eiffel desde un curioso punto de vista, un atardecer en Nueva York... Todo sirve para evadirse un segundo de una realidad que a veces nos sobrepasa.
Aunque a lo mejor no usarías tu propio estudio para evadirte, sino para expresarte, para ser tú misma. En la realidad diaria a veces tienes que ser práctica y diseñar una distribución y decoración de tu hogar que se adapte a tus rutinas y necesidades familiares de prisas, comidas, compras y niños, pero que dice poco de cómo eres en realidad. Si no tuvieras que pensar en nada más, quizá serías más original y recrearías un paisaje otoñal en bicicleta o crearías una senda de huellas para llegar a tu guarida, para llegar a ti. Para que alguien te diga lo que dijo Jack Lemmon en ese gran clásico del cine, El Apartamento: “Vivo como Robinson Crusoe, náufrago entre 8 millones de personas. Entonces, un día vi una huella en la arena, y allí estabas”.
De hecho, probablemente el cine también tendría su sitio en tu rinconcito ideal y pondrías en las paredes el glamour de Audrey, la pasión de Escarlata O’Hara o las divertidas aventuras de Charlot.
Si lo que necesitas es relajarte, en tu estudio no faltaría un cómodo sofá en el que cerrar los ojos e imaginarte la brisa marina y el rumor de las olas en las orillas de la playa. Algo como lo de la imagen de abajo, vamos.
Y si tienes una pequeña friky dentro (y, reconozcámoslo, todas tenemos una, del tema que sea) aprovecharías tu propio espacio para dejar salir esa pasión y llenar las paredes de referencias a tu hobby preferido, a eso sobre lo que no te cansas de leer y de lo que hablarías a todas horas. Si te dejaran, claro. Tu estudio es tu espacio, tu rinconcito privado, tu guarida. Allí te dejan porque allí mandas tú. Deja volar tu imaginación: ¿cómo lo decorarías?
Muy curioso el artículo y unas fotos extraordinarias. Ya llevo tiempo viendo fotos curiosas pero creo que no nos había encontrado fotos para decorar tu casa tan curiosas.