Cómo decorar una casa viajando al pasado

El estilo retro y vintage está de moda, también en los vinilos

Las modas siempre vuelven. Seguro que te lo decía tu madre. Y seguro que, como a casi todo el mundo, te ha encantado recuperar alguna vez ese abrigo de ante que se ponía tu tía hace 20 años y que este invierno es el último grito o subir el bajo de ese vestido de fiesta olvidado en el armario desde hace dos décadas y que en las galas de este verano va a ser lo más in. La teoría del baúl de la abuela se cumple a rajatabla, también en la decoración de interiores, así que volver al pasado es la forma más segura de estar a la última en moda. Y para eso sirve precisamente la entrada de hoy, para guiarte en estos viajes por el tiempo decorativo. Aquí tienes unas ideas sobre cómo decorar una casa al estilo vintage.

Ese término nació en las bodegas para denominar a los vinos resultantes de las mejores cosechas y ahora se utiliza para referirse a cualquier producto antiguo de calidad. Y es que, si hay una verdad indiscutible, es que los clásicos nunca mueren, por eso son siempre una apuesta segura. La cuestión es. ¿clásicos de qué? Pues de todo. Si te gustan los coches y los vehículos en general, aquí tienes un filón. Puedes adornar la pared de tu cuarto con una locomotora parecida a las que se usaban en el antiguo oeste o con la típica camioneta que vemos en las películas antiguas norteamericanas. Sin olvidarse, claro, de los automóviles.

Con ellos puedes conducir hasta un típico bar de carretera, también de película, y aparcar un rato delante mientras te tomas una taza de café tras otra y oyes los grandes éxitos que los clientes eligen en la máquina de discos. O, quizá con mucha suerte, escuchas una voz pegada a un micrófono de los buenos, de los de antes.

En todo caso, si se quiere ser lo más de los más en cuestiones retro hay que fijarse en lo que más rápido avanza en nuestros tiempos, la tecnología. Porque ahora lo último es comunicarse por medio de un iWatch y no se puede ir por la vida sin llevar el modelo mas moderno de smartphone en el bolsillo, pero a los que les gusta la informática, los que la disfrutan de verdad, nunca olvidan los grandes logros, los primeros. Cuando todo estaba empezando y dos programadores podían cambiar el mundo haciendo descubrimientos desde su garaje. Cuando una manzana multicolor, no se sabe muy bien como, dejó de ser sólo una fruta.