Marca la diferencia en la decoración de la habitación de tu bebé
Haz que tu pequeño sea original ya desde la cuna
Las niños van de azul. Las niñas de rosa. A ellas les gustan las princesas y a ellos el fútbol. A las chicas les van los adornos de flores y a los chicos los superhéroes fuertotes. Los estereotipos de género empiezan ya desde la cuna y no sólo son inexactos, sino también aburridísimos. Si pasas de los clichés y quieres que el cuarto de tu pequeño sea diferente, los vinilos adhesivos son tu solución. Con ellos puedes diseñar a tu manera la decoración de la habitación de tu bebé.
¿Qué tal si a tu princesita la alejamos de momento de Cenicienta y toda su panda de protagonistas de cuentos de hadas y le ponemos junto a la cuna unos cuantos balones de fútbol? Quizá así consigamos que se aficione al deporte desde pequeña y ¿quién sabe? A lo mejor termina convirtiéndose en una estrella del nivel de Beckham. Incluso puede que dentro de unos años la visites en su mansión de 40 habitaciones. Oye, no pongas esa cara… Soñar es gratis.
Y ya puestos a imaginar, pensemos qué podría pasar si tu pequeño se va a dormir al lado de un simpático submarino. Tal vez le ayude a estimular su creatividad y sueñe con 20.000 leguas de viaje submarino, o con una ciudad flotante o con una impresionante expedición de la Tierra a la Luna. Y a lo mejor después de soñarlo quiere hacerlo y tu retoño se convierte dentro de poco en el astronauta más joven en plantar una patata en Marte. Bueno, podría ser, ¿no? Ya se ha cultivado la primera lechuga en el espacio… A saber todo lo que habrá avanzado la Nasa para cuando tu bebé tenga edad de pilotar una nave espacial.
De todas maneras, no hay por qué irse tan lejos. Ahora, en el presente, tu hijo se merece una habitación bonita, original y distinta a la de los demás niños. Cambia los típicos angelitos por unos pececillos y una estrella de mar. Pasa de los clásicos animalitos infantiles y mete a una jirafa en una hormigonera. O que el león deje un momento su corona de rey de la selva para jugar al rugby y ayudar el pobre Pipo, que se rompe la cabeza para encontrar una manera de alcanzar su hueso. O decídete por los ositos panda, que son siempre una apuesta segura.
Los que tampoco decepcionan nunca son los pingüinos sonrientes, o los elefantes motorizados o los conejitos cantantes. La sirenita es la sucesora natural de su padre Neptuno como reina de los mares, así que estarás de acuerdo en que no sería mala compañía para tu retoño. Y si todo lo demás falla, siempre quedan las ardillas, que son simpáticas a más no poder.
En la decoración de la habitación de tu bebé hay vida más allá del rosa y el azul. Abre tu mente. Descubrirás todo un mundo de posibilidades.